La policromía barroca en Álava

El objetivo de este trabajo no ha sido otro que el de valorar en su justa medida la policromía barroca, destacando su importancia y trascendencia en el arte. Su abundancia y riqueza nos ha aportado lo suficiente para poder mejorar el concepto que de ella se tiene, partiendo del artista y su obra. Su evolución, ornamentación y técnica nos ha permitido ofrecer nuevos datos y confirman otros ya adelantados. Hemos querido aportar una visión completa de la policromía barroca y obtener unas conclusiones extrapolables a cualquier otro espacio geográfico de características semejantes. También hemos valorado en su justa medida la importancia del maestro pintor-dorador local, un artesano especializado en el arte de dorar y estofar, que en ocasiones pinta lienzos y realiza pintura mural. Hemos queremos destacar el retraso y desconocimiento que existe de este tema, siendo como es, una parte fundamental del mundo de la pintura y un complemento inseparable de la imaginería, a la que tanta importancia se le ha dado y sigue dándose. Se trata por tanto de un tema casi inédito en el que muy pocos investigadores han profundizado, los pioneros han sido María Elena Gómez Moreno (1943), Juan José Martín González (1953), Domingo Sánchez-Mesa, con sus interesantes trabajos dedicados a la escultura policromada de Cano (1969 y 1971), y Pedro Echeverría Goñi (1990), autor de excepcionales estudios dedicados a la policromía que nos ha servido de referencia.

El trabajo y su contenido ha sido estructurado en cinco grandes capítulos, el primero lo hemos dedicado al marco geográfico e histórico. En el segundo hemos tratado de definir la policromía y de profundizar en la figura del pintor-dorador y su marco social y profesional. El tercero se centra en el proceso de contratación de la policromía, desde la concesión de licencia hasta la entrega. El cuarto capítulo es el más importante de toda la Tesis, se titula la policromía en Álava y en él se condensan los contenidos fundamentales para comprender en toda su amplitud la importancia de esta especialidad artística. En primer lugar nos ocupamos de los aspectos técnicos de todo el proceso policromo, basándonos para ello principalmente en la información que nos ofrecen los condicionados. Esto nos ha permitido estudiar minuciosamente todo el proceso de aparejado, dorado, estofado y esgrafiado y profundizar en las distintas técnicas empleadas. El segundo punto esta dedicado a los modelos ornamentales utilizados por los maestros pintores-doradores, un tema complejo al que generalmente se le dedica muy poca atención, pero que es primordial a la hora de conocer las fuentes grabadas a las que estos artífices locales accedían. Por último hemos periodizado la policromía barroca en tres fases: policromía del natural (c. 1580-1675), de las luces y sombras (c. 1675-1735) y rococó o chinesca (c. 17351775). El cuarto y último capítulo, el más denso, se dedica al pintor-dorador y su obra. En un amplio catálogo hemos agrupado a los artistas en talleres, centros y lugares de residencia más importantes de la zona. Posteriormente hemos analizado la vida y obra de los principales maestros, en base a las tres grandes fases de la policromía barroca y con los representantes de los talleres y focos más destacados