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Navarra y sus instituciones en la guerra de la Convención (1793-1795)

Oslé Guerendiáin, Luis Eduardo (2003) Navarra y sus instituciones en la guerra de la Convención (1793-1795). Other thesis, Universidad Pública de Navarra.

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Abstract

La elección de Navarra como marco del estudio parte de que los avances de la historiografía sobre la guerra de la Convención han revelado que éste conflicto revistió distintas características en los territorios en los que se desarrolló y de Navarra en particular por su especificidad como Reino e incluso su situación geográfica.

La tesis presentada se centra fundamentalmente en el estudio de la evolución de la Guerra de la Convención en territorio navarro, examinándola, sobre todo, bajo el enfoque de las vicisitudes, problemas y circunstancias que vivieron la Diputación primero, las Cortes después, así como el Ayuntamiento de Pamplona y los de aquellos valles y pueblos que se vieron más afectados, así como el análisis de sus relaciones entre sí y con el poder central.

Las conclusiones a las que se llega se resumen a: el desarrollo de la Guerra de la Convención en Navarra presentó una gran especificidad, leyes y costumbres, entre ellas, las que afectaban a la defensa de su territorio, que entraron en esta contienda en crisis, pues se puso en evidencia que habían quedado obsoletas. Desde su inicio la Diputación ordenó un alistamiento general de los paisanos y mostró su lealtad a la Corona española y, las Cortes después, nombraron una Junta de Guerra y asumieron mayores compromisos en el esfuerzo bélico de los navarros; fue palpable el sentimiento de rechazo a toda obligación militar no destinada en exclusiva a la defensa de su propio territorio y, además, los paisanos buscaron la forma de eludir su responsabilidad con exoneraciones de todo tipo y mostraron escaso entusiasmo para enrolarse. A pesar de ello se organizaron en diversos cuerpos armados, que supusieron un aporte de fuerzas muy importante para el ejército real y miles de navarros participaron en trabajos de fortificación, transportes, arreglos de caminos, etc., durante toda la contienda.

A las dificultades para disponer de armamento y de equipo de los paisanos armados se sumaron las permanentes tensiones con los responsables militares por su falta de disciplina y su desconocimiento de las normas castrenses. Todo ello se agravó por tres circunstancias. La primera, porque los navarros no estuvieron dispuestos a permitir que se sobrepasara lo establecido por los fueros respecto al servicio de las armas. La segunda, porque las tropas que actuaron junto a ellos tuvieron, en frecuentes ocasiones, un comportamiento poco ejemplar y llegaron a maltratarlos de obra y de palabra, todo lo cual originó graves conflictos. La tercera, porque también los oficiales del ejército dieron, frecuentemente, trato vejatorio a los paisanos y en muchos casos, no se ocuparon de suministrarles su subsistencia tres días después de enrolarse tal como establecía el fuero. Por ello, viéndose desasistidos, muchos abandonaron sus puestos o desertaron. Por otro lado el ejército real no dispuso de medios económicos suficientes para hacer frente a sus propias necesidades, el abandono en que se encontraba su equipamiento y la falta de armas y municiones hicieron imposible acoger e instruir a los paisanos.

Para hacer frente a los gastos de la guerra, Navarra hizo un gran desembolso económico que produjo un agotamiento de sus recursos, y en consecuencia sufrió un marcado descenso demográfico y la destrucción de decenas de Iglesias, miles de casas y pérdidas en metálico, en ganados, en granos, etc. Navarra quedó empobrecida con la agravante que con la turbulenta historia del XIX (guerras, etc.) hizo muy difícil su recuperación.

En este contexto las relaciones entre las instituciones navarras y el Gobierno fueron tensas y difíciles, aunque estuvieron dispuestas a colaborar con las autoridades militares y con el virrey, siempre dejaron bien sentado que las peticiones de hombres, servicio de bagajes, etc., debían respetar las leyes privativas del viejo reino que originaron frecuentes tensiones entre dichos estamentos.

También se produjeron desencuentros entre las Cortes, el Consejo Real de Navarra con el Ayuntamiento de Pamplona que se negó a aprontar voluntarios para el Ejército Real y el contingente que había correspondido a la ciudad para los Batallones organizados por las Cortes.

El obispo y el clero colaboraron en todo con las Cortes; exaltaron los ánimos de los navarros en contra de los franceses a los que presentaron como enemigos de la religión. Por otra parte, la iglesia navarra, cuyo patrimonio artístico sufrió grandes destrozos, entregó la plata y el dinero de las parroquias, aunque, hay que decir que, lo entregado a título de préstamo fue treinta y tres veces mayor que lo donado a fondo perdido

Item Type: Thesis (Other)
Subjects: History > History of countries > Historia regional
History > History by epochs > Historia contemporánea
Divisions: UPNA > Ciencias Humanas y Sociales > Geografía e Historia
Contributors:
ContributionNameEmail
DirectorÁngel García-Sanz Marcotegui,
Date Deposited: 24 May 2010 17:00
Last Modified: 24 Aug 2010 13:16
URI: http://edtb.euskomedia.org/id/eprint/5921

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