El aptiense-albiense de Karrantza-Lanestosa (Bizkaia y Cantabria)

Se presentan los resultados obtenidos del estudio estratigráfico del Aptiense-Albiense de la zona de Karrantza-Lanestosa (Bizkaia) y zonas limítrofes de Cantabria. Los materiales objeto de investigación alcanzan más de 2000 m de espesor y se dividen en dos conjuntos litológicos principales: calizas con ruditas, margas, lutitas y areniscas. Para el estudio en detalle de estas series se han realizado cartografías a escala 1:25.000 y 1:50.000. Como resultado se han diferenciado 11 unidades litoestratigráficas, 9 inéditas y 5 subunidades. Asimismo, se han identificado 23 especies de foraminíferos y 11 especies de ammonites, siendo la mayoría de ellas primera cita en la zona y, algunas de ellas, en la Cuenca Vasco-Cantábrica. La datación precisa de las series ha permitido la distinción de dos grandes lagunas estratigráficas correspondientes a casi todo el Aptiense y a gran parte del Albiense medio y superior.

Se describen sedimentológicamente 9 sistemas deposicionales: 1, plataforma terrígena (Formación Ereza); 2, plataforma carbonatada (La Paredina); 3, plataforma carbonatada (Polvorín); 4, plataforma mixta (Minaclara); 5, rampa carbonatada (Ventalaperra); 6, plataforma mixta (Sangrices); 7, plataforma carbonatada-cuenca (Ranero); 8, plataforma mixta (Sopeña); y 9, plataforma terrígena (La Escrita).

La zona de estudio sufrió una compartimentación importante durante el Aptiense-Albiense debido a tectónica sinsedimentaria, condicionando la dinámica de los distintos sistemas deposicionales. Se han identificado 6 discordancias locales, 1 falla superficial, 3 pliegues y 8 fallas profundas, inferidas en base a criterios estratigráficos y sedimentológicos. Alguna de estas estructuras fue reactivada posteriormente en la Orogénica Alpina, y las mayores fracturas se corresponden con lineaciones estructurales heredadas de la Orogenia Hercínica. Rasgos tectónicos y sedimentológicos apoyan un encuadre geodinámico de desgarre sinistro que condicionó la sedimentación durante el Aptiense-Albiense.

El análisis de la arquitectura deposicional y de discontinuidades estratigráficas ha permitido el establecimiento de 10 megasecuencias, controladas por variacionesrelativas del nivel del mar de origen principalmente tectónico. Éstas se agrupan en dos ciclos de regresión-transgresión de validez local. Se propone una modelización secuencial basada en la naturaleza de los sistemas y en la distribución paleogeográfica de las megasecuencias. Se ha establecido, finalmente, una evolución paleogeográfica del área dividida en 12 estadios, caracterizados principalmente por el grado de desarrollo de los principales dominios de sedimentación: plataforma carbonatada somera y cuenca relativa comparativamente más profunda rellena de materiales siliciclásticos