La pintura gótica en Álava: una contribución a su estudio

El objeto de la investigación fue ofrecer una visión general de la pintura gótica alavesa, tratando de establecer si había influencias de otras zonas, de cuáles y de qué tipo. Asimismo, se incluyeron obras importadas en la épocas para tratar de comprender la religiosidad y mentalidad de aquella sociedad así como para que sirviesen de elemento de comparación con las obras autóctonas. El aspecto iconográfico se trató con especial interés, observando no sólo el contenido de las obras sino también la evolución del mismo a través de los siglos analizados, desde mediados del S. XIV hasta los primeros años del S. XVI. Suponía, en suma, el intento de tratar de agrupar las piezas de un puzzle, no siempre estudiadas dándoles sentido y cohesión.

La situación encontrada al comenzar la investigación era la de una pintura desconocida salvo dos o tres ejemplos que contaban con libros o artículos monográficos, como Alaiza, Gaceo y en menor medida el Retablo de Quejana, las obras más destacadas. Resultaron fundamentales los varios tomos del Catálogo Monumental de la Diócesis de Vitoria, que, aunque sin ofrecer estudios profundos -salvo la monografía de Gaceo-, ofrecía unas pautas muy interesantes. A medida que avanzábamos en el proyecto aparecían nuevas pinturas y nuevas publicaciones. La situación de los estudios de pintura gótica en zonas colindantes era bastante desigual -destacando Navarra, el Gótico Final de Burgos y en menor medida La Rioja- con las limitaciones que esto suponía.

La investigación se basó en el trabajo de campo, con la visita y análisis de las obras objeto de estudio, así como de otras para realizar comparaciones. Las fuentes documentales eran casi inexistentes, limitándose a Libros de Fábrica tardíos que aportaban noticias sobre la historia de algunas obras en sus respectivos templos. El único contrato de un retablo ya era conocido, reproducía la traza y databa de 1508, pero el retablo no se conserva aunque con escasos datos, las Actas de Cultura de la DFA ofrecieron alguna información en relación a la labor de restauración de algunos conjuntos murales.

La Tesis se estructuró en grandes apartados correspondientes a las diferentes corrientes del gótico halladas en Álava: Lineal, Internacional, Final -de denominado "Hispanoflamenco"-, además se añadió el apartado de Pinturas murales decorativas y populares, que incluía obras que conviven con el gótico pero que no corresponden a ninguna de sus corrientes. Dentro de estos apartados y precedidos por una introducción, se hallaban las diferentes pinturas, murales o sobre tabla, grandes conjuntos o fragmentos, tratadas de una manera individual, pero sin perder de vista el aspecto global, y con diversos subapartados. El texto se completaba con un introducción general, el contexto histórico-geográfico, un capítulo dedicado a los últimos hallazgos, conclusiones generales, bibliografía extensa agrupada por regiones y países así como por temas iconográficos, y una serie de apéndices con mapas, tablas iconográficas y datos sobre pintores de la época.

La conclusión es que hallamos una pintura gótica influída por el Norte, sin presencia italiana destacable, que si bien estilísticamente es pobre cuenta con algunos ejemplos destacados, especialmente en el Gótico Lineal y a principios del S. XVI. Parece tener cierta calidad técnica, con un predominio de la pintura mixta -fresco y temple- en los conjuntos murales y de temple en la de tabla, introduciéndose tardíamente el óleo. Si el Gótico Lineal supone un período muy destacado, el Internacional lo es menos pero cuenta con un mayor número de obras del que se pensaba al comienzo de la investigación, algunas de calidad mediocre pero muy expresivas. El Gótico Final presenta obras muy desiguales, las de mayor calidad se encuentran en Rioja Alavesa. El apartado de Pinturas murales populares y decorativas presenta un estilo fundamentalmente monocromático, que concede gran importancia al despiece de sillar, la geometría y la estilización de vegetales, con temática que a veces se puede encontrar en obras perrománicas y aún anteriores. En general es un arte provinciano, mediocre si se compara estilísticamente con otras zonas. La influencia navarra, en el estado actual de conocimientos, se limita a dos obras de la parte oriental del territorio, Gaceo y San Romás de Campezo, la castellana se hace presente en varias, la influencia aragonesa aparece en varias obras pero de manera marginal (nimbos y decoración). Esta mediocridad debe entenderse porque Álava no era un foco creador sino una zona receptora y periférica, pero merece toda la atención que aún no se le había concedido